FARMACÉUTICAS, ARMA EXTERMINIO MASIVO
Los
laboratorios farmacéuticos Takeda
Pharmaceuticals y Eli Lilly
han ocultado los riesgos para la salud de su medicamento contra la diabetes (Pioglitazona). Un tribunal de Estados Unidos (EE.UU.) les ha multado por ello con 9.000
millones de dólares (6.550 millones de euros). Un número indeterminado
de personas padecen ahora cáncer de
vejiga por haber tomado el fármaco.
Actos está aprobado por la Agencia Europea del Medicamento desde el año 2000. En España se comercializan varios genéricos, aparte del
producto original.
Las
primeras sospechas de que había riesgo
de desarrollar cáncer de vejiga tras su ingesta datan de 2005. En 2011
las agencias del medicamento europea y estadounidense revisaron su balance
beneficio riesgo y concluyeron que siguiera en el mercado.
La nota
de la Agencia Española del
Medicamento difundió una nota en la que explica que en determinados pacientes diabéticos el
balance beneficio riesgo del tratamiento con medicamentos que contienen
pioglitazona se mantiene favorable, siempre que se tengan en cuenta una serie
de contraindicaciones y advertencias
encaminadas a minimizar el modesto incremento de riesgo de cáncer de vejiga
observado en algunos estudios.
En la
ficha técnica del producto se indica ese posible
riesgo pero en Alemania y Francia hace ya tres años que su venta
está suspendida. En EE.UU. existen al menos 2.700 demandantes por los daños
causados por Actos. Los juicios pueden cambiar el rumbo exitoso de este fármaco
mortal.
El caso recuerda mucho al antidiabético Avandia, de GlaxoSmithKline
(GSK: El laboratorio farmacéutico acusado de nuevo de sobornar a los médicos para que
receten sus medicamentos.)
Una serie de estudios relacionó su uso con infartos o fallecimientos de más 50.000 pacientes con diabetes en todo el mundo, pero
el laboratorio lo publicitó y comercializó sin alertar a los consumidores
sobre sus potenciales.
Con
posterioridad el laboratorio aceptó pagar 3.000 millones de dólares por violaciones de la ley en
el etiquetado, marketing y divulgación de efectos adversos y precios de
ciertos medicamentos.
Estos
hechos no son aislados, como vemos. Ya es norma que a laboratorios de ingresos
multimillonarios les interese más ocultar
datos de daños de sus fármacos y después pagar multas que ofrecer esos
números y arriesgarse a que les retiren del mercado el producto. Las multas son disuasorias pero es más importante
que se haga Justicia.
La medicina moderna
promueve la idea de que las enfermedades provienen de gérmenes. Esto es una
completa mentira, la verdad es que el Pentágono, los gobiernos y el cártel
médico mundial usan a la industria farmacéutica para ganar miles de millones de
dólares, negociando con nuestra salud por un lado y, por el otro, somos ratas
de laboratorio para sus experimentos. Los medicamentos son un arma de
destrucción masiva en manos de psicópatas.
A continuación video
Desde la sombra
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