LA CRISIS HA SIDO UNA GRAN ESTAFA
¿Qué
son las burbujas especulativas?
Vamos a hablar de las burbujas especulativas,
de las hipotecas y de cómo se colapsó este sistema.
Una vez que se toma la decisión de crear una
burbuja, básicamente, lo que hay que hacer es poner en marcha un esquema
piramidal. Lo primero que se debe hacer es desligar las ganancias financieras
de la economía real, algo que debe hacerse si lo que se pretende es desmantelar
la economía real y, a la vez, se desea construir una burbuja especulativa.
Hay que divorciarse de la realidad, y los derivados son una forma de
hacerlo. Es como crear un juego de una mesa de casino. Los derivados son
apuestas laterales sobre movimientos de varias cosas, como los bonos, el valor
de los bonos, las tasas de interés, los tipos de cambio. Por lo tanto, se
especula sobre todas estas cosas y se apuesta sobre hacia dónde va a ir esa
especulación. Así que tenemos derivados de derivados de derivados. Un buen
ejemplo de esto es el mercado hipotecario, con el que todo el mundo está
familiarizado.
Un magnífico ejemplo de John Hoefle,
economista con organización LaRouche. “La manera más fácil de comprender la
naturaleza de los derivados en los mercados es pensar en un perro con un caso
grave de pulgas. Las pulgas, cuya existencia dependen del perro para comer,
crean pequeños imperios de compra y venta de la sangre del perro. Ellos tienen
tanto éxito, que el perro comienza a morir. Esto presenta para las pulgas
un verdadero dilema, porque si muere el perro se acabo su bonanza especulativa.
Unas pulgas con gen de genios vienen con una solución: En lugar del comercio de
la sangre del perro, pasan a la negociación de los futuros de sangre. De
repente, su comercio ya no es limitado a la cantidad de sangre que puede
aspirar de la sangre de perros que están cotizando ahora de forma virtual, que
por su naturaleza es ilimitada. Así que los imperios comerciales de las pulgas
se amplian como nunca antes, convirtiéndoles en ricos más allá de sus sueños
más salvajes-y quién le importa si el perro ha muerto ?”
En mercado actual donde actúan banco
Santander, BBVA, CAM, Bankia, Bank of America, JPMorgan, Chase, etc,.. las
hipotecas se utilizaron para avalar derivados, pero el valor nominal de los
derivados, la cantidad en dólares, era mucho mayor que el valor de las
hipotecas, por lo que esas hipotecas se utilizaron como combustible para
alimentar esas máquinas de derivados que luego usaron para crear mayor
apalancamiento financiero no se sabe cuántas veces. Hasta que, al final, este
esquema explotó por completo y el sistema mundial en su conjunto se colapsó.
Esto fue en 2007.
Cuanto es el tamaño del mercado de los
derivados en los EEUU? 230 mil billones de dólares. En ingles seria 230
TRILLION DOLLARS. Sin embargo, como dice Dr. Paul Craig Roberts, subsecretario
de la eocnomia con Presidente Reagan, “los $ 230.000.000.000.000 de apuestas en
derivados por parte de los bancos de Estados Unidos puede traer sus propias
sorpresas. De acuerdo con el Contralor de la Moneda, los cinco mayores bancos
poseen el 95,7% de todos los derivados. Los cinco bancos que poseen $ 226
billón de apuestas en derivados son jugadores muy apalancados. Por ejemplo,
JPMorganChase tiene activos totales de 1,8 billones de dólares, pero tiene $ 70
billón en apuestas en derivados, una proporción de 39 dólares en apuestas en
derivados por cada dólar de activos. Este banco no tiene que perder muchas
apuestas antes de que sea arrasado.”
Los $230 mil billones son 15 veces más que el
PIB de los EEUU. En España, la situación es mucho peor.
¿Cuál
es la razón de esta crisis?
El gigantesco y antidemocrático poder de
decisión de los banqueros es el origen auténtico de la crisis : “Los bancos
tienen la culpa de todo”, “La banca ha tenido una conducta irresponsable”, “La
crisis se ha producido porque se ha dejado que la banca cometa un fraude
generalizado”, “Los directivos de los bancos que han recibido dinero del Estado
y ahora pagan bonos son unos sinvergüenzas” y “La crisis se ha producido
gracias a los chanchullos de la Administración de Bush”. Estas frases proceden
de fuentes nada sospechosas de izquierdismo anticapitalista. Las han
pronunciado, por este orden, Warren Buffet, que es uno de los dos hombres más
ricos del mundo; la segunda aparece en un documento del G 20; la tercera es de
Alan Greenspan, el que fue presidente de la Reserva Federal de los Estados
Unidos; la cuarta es de Barack Obama y la quinta es una opinión de Paul
Samuelson, premio Nobel de Economía, considerado como el más prestigioso
economista de la segunda mitad del siglo XX.
¿Por qué se califica esta crisis como una estafa?
Ha
sido una gran estafa. Estafa de los bancos que inundaron el mundo de hipotecas
sin garantías y de porquería financiera. Estafa de los organismos
internacionales y la mayoría de los bancos centrales y gobiernos que han creado
las condiciones para que los bancos se forren. Estafa de analistas y académicos
que proclamaron las virtudes del libre mercado y de la desregulación de las
fianzas. Estafa de los líderes políticos que primero dijeron no haberse
enterado de nada; luego, ante la gravedad de lo que sucedía, afirmaron que iban
a cambiar las cosas, más tarde inventaron excusas como la gripe A o la amenaza
terrorista para que los ciudadanos miraran a otra parte y no salieran a la
calle y, finalmente, actuaron con el principio de que para salvar la economía había
que salvar primero a los bancos que la llevaron al desastre. Estafa de los
poderosos del planeta que provocaron este problema gigantesco sin asumir ni
pagar sus responsabilidades y que, como siempre, han hecho que las personas
débiles y pobres sean quienes sufran y paguen sus criminales destrozos.
¿Los
bancos han chantajeado a los gobiernos?
Muchos
gobiernos, como el español, tenían superávit presupuestario antes de 2007 y
2008, pero en cuanto tuvieron que aumentar el gasto público para hacer frente a
los efectos de la crisis, comenzaron a incurrir en déficit y a tener que emitir
deuda. Los bancos públicos desaparecieron hace años en aplicación de políticas
neoliberales de privatización. A los gobiernos no les quedó más remedio que
emitir deuda. El Banco Central Europeo inyectó dinero a los bancos para salvar
sus agujeros sin fondo, al 1% de interés. Pero luego los bancos han exigido a
los gobiernos rendimientos del 4 y el 5% para la compra de deuda. Se ha
aprovechado de la situación para lograr rentabilizar al máximo sus capitales.
¿No
se puede acusar y penalizar a los responsables de la crisis?
Tribunales hay, pero la justicia está al
servicio de los poderosos y, a veces, garantiza su impunidad. Hace unos pocos
años el Banco de Santander inventó un producto financiero para aliviar la
presión fiscal de sus clientes más ricos. Pero Emilio Botín no rindió cuentas
ante los jueces aunque su banco entregó a Hacienda información falsa sobre casi
diez mil operaciones bancarias por valor de 145.000 millones de pesetas,
presentando titulares o testaferros de ese producto financiero tales como
personas fallecidas -algunas durante la guerra civil-, ancianos desvalidos,
parados o emigrantes, que nada sabían de tales operaciones. Era un delito por
fraude y falsificación de identidad. Hubo una acusación particular que pidió
para Botín alrededor de 170 años de cárcel. Pero, en un momento del proceso, el
fiscal y el abogado del Estado decidieron retirarse, manifestando que el Estado
no se había sentido dañado. Y el tribunal decidió que no había motivo para
juzgar. Al tiempo apareció en el diario El País una noticia indicando que la
entonces secretaria de justicia y después vicepresidenta del gobierno, María
Teresa Fernández de la Vega, había dado orden al fiscal para que retirara el
contencioso. Y entonces ni hubo jueces, ni periodistas, ni ciudadanos que
actuaran.
¿Qué
alternativas se han propuesto desde la economía crítica?
La crisis es del sistema y las soluciones han de
situarse fuera del sistema actual. Enumeraré algunas. Poner el sistema
financiero al servicio de la economía productiva de bienes y servicios. Evitar
que se especule con un bien necesario como es la vivienda. Facilitar créditos a
bajo interés a las empresas y ciudadanos. Imponer topes al beneficio y
restablecer el valor social de los impuestos. Subir los salarios reales,
manteniendo la capacidad de compra y la productividad. Crear un auténtico
sistema fiscal internacional y mecanismos mundiales de redistribución de la
renta. Acabar con el régimen de plena libertad de movimientos del capital que
arruina economías de países enteros, produce crisis locales y globales, no
ayuda a la producción de bienes y servicios y sólo produce beneficios a los
propietarios del capital. Establecer un sistema basado en la plena cobertura de
las reservas bancarias y evitar que con el sistema de reservas fraccionarias la
banca tenga el privilegio monopolista que alimenta la deuda, engorda la
actividad especulativa y atribuye a los banqueros tan ingentes beneficios y un
poder que chantajea al Estado. A la crisis no le pueden hacer frente sólo los
gobiernos de los países ricos, sino que es necesario crear un gobierno mundial
plenamente democrático, alejado de los lobbies y grupos de poder actuales. Y es
cuestionable el papel del dólar como moneda dominante en la economía mundial.
¿Qué papel pueden jugar la banca pública y las cajas de ahorro?
La crisis ha puesto de relieve el
coste grandísimo de haber renunciado a la banca pública. Hay que reivindicarla.
Pero lo público no es en sí mismo lo adecuado, si su lógica no es diferente a
la de la banca privada. Las cajas de ahorro no han hecho sino clonar la
experiencia de la banca privada. Las concentraciones de cajas y la participación
en ellas de capital privado parecen la antesala de su total privatización, que
es la pretensión de la gran banca. A esa gran banca globalizada, alejada del
territorio y sin corazón, le tiene sin cuidado la existencia de una economía
local, de empresas apegadas al terreno, de modestas iniciativas de
emprendedores, o la importancia de atender a las pequeñas economías domésticas.
La banca ética (Fiare, Triodos), incipiente aún, es una buena alternativa.
A continuación video
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