LA GUERRA PSICOLÓGICA: LA ESTRATEGUIA PARA LOS CONSUMIDORES ESCLAVOS
Los costes del modelo de consumo
La mayor historia que la publicidad nos dice sobre la felicidad humana,
es que, el camino a la felicidad es a través del consumo de cosas y que
serás más feliz comprando que no comprando.
El ciudadano es reemplazado por el consumidor.
El ciudadano es reemplazado por el consumidor.
El consumo imparable tienen sus costes. Por
un lado, la pequeña porción de la humanidad cuya vida gira alrededor del
consumismo se encuentra con una existencia vacía, cuyo único sentido se alcanza
consumiendo; trabajar para consumir, consumir para trabajar. La presión
psicológica que implica esto supone una merma creciente de la salud mental de
las personas. La nación del mundo donde el consumismo alcanza sus más altas
cotas de perfección, los EEUU, es también la que padece una mayor cantidad de
depresiones y trastornos psíquicos. En Estados Unidos, se consume, con sólo el
5% de la población mundial, la mitad de los sedantes, ansiolíticos y demás
drogas químicas legales que se venden en el mundo.
El consumismo no afecta
únicamente a la escala de valores o a la salud mental de la humanidad, también
afecta, y con una intensidad creciente, a su salud física. Uno de los negocios
más rentables hasta la fecha ha sido el de la industria tabaquera. Las grandes
compañías han ingresado fortunas a base de convertir en adictos a millones de
personas, ayudándose de la industria química y de la mercadotecnia; a sabiendas
de los efectos nocivos que el tabaco ha demostrado tener sobre la salud humana.
Cuando los costes sanitarios derivados del tabaquismo han hecho reaccionar a
las administraciones de países como EEUU, se ha desatado una ofensiva
antitabaco que amenaza a la industria tabacalera. ¿Amenaza? No es para tanto.
Las grandes firmas suelen formar parte de consorcios dedicados al sector de la
alimentación que les guardan bien las espaldas. Ahí está el caso de Philip
Morris; con marcas de tabaco como Marlboro, y dueña, desde el pasado verano de
la firma Nabisco que comercializa, por ejemplo, marcas de galletas tan
populares en nuestro país como Loste, Artiach o Marbú. Sólo en España, Philip
Morris con su filial Kraft, constituye un grupo con unas ventas estimadas en
120.000 millones de pesetas. O sea, que mientras el negocio tabaquero sufre
alguna pérdida, las compañías responsables de parte de los 3,5 millones de
muertes que al año produce el tabaco pueden estar tranquilas: la
diversificación de sus negocios en los países del Norte, y el mantenimiento del
negocio tabaquero en los países del Sur les garantizan abultados beneficios.
A continuación video
Interesante información que todos los lectores deben conocer
ResponderEliminarpara estimularlos a abstenerse sobre la parafilia del exceso en comprar; la compulsión de nuestra sociedad en el consumismo es una esclavitud que abre,a corto o a largo plazo,las compuertas a la carencia...la palabra mágica debe ser «conformidad" trabaja como paliativo y nos abre las ventanas a la verdadera felicidad...